El documento «Children and Chiropractic: The Australian Public Response» explora el impacto positivo del cuidado quiropráctico en los niños, centrándose en un caso reciente en Australia. En 2019, el estado de Victoria realizó una revisión pública sobre la manipulación espinal quiropráctica en niños menores de 12 años, con la intención inicial de cuestionar su seguridad. Sin embargo, la respuesta pública fue abrumadoramente favorable hacia la quiropráctica pediátrica.

De las 26,319 respuestas recibidas, más de 21,000 fueron de padres que habían utilizado servicios quiroprácticos para sus hijos. Los resultados revelaron que el 99.7% de los encuestados tuvo una experiencia positiva, destacando mejoras en la salud y bienestar de los niños después del tratamiento. Además, el 98.4% informó que sus hijos habían mejorado considerablemente, y el 99.1% expresó satisfacción con la información proporcionada sobre los beneficios del tratamiento.

Un hallazgo clave fue la ausencia de evidencia de daño o efectos adversos en los niños tratados. Solo el 0.3% de los encuestados reportó insatisfacción, y esto estuvo relacionado con aspectos como el costo o el uso de rayos X, no con el tratamiento en sí. Estos resultados reflejan un apoyo rotundo hacia la práctica quiropráctica para niños, y subrayan su seguridad y eficacia.

El autor, Amanda Gaffey-Smyth, resalta la necesidad de defender la opción de cuidado quiropráctico para las familias, ya que, a pesar de la evidencia, la profesión enfrenta críticas y restricciones. La autora anima a la comunidad a valorar y compartir historias positivas sobre la quiropráctica para proteger y promover su práctica. 

El texto celebra la capacidad de la quiropráctica para mejorar la calidad de vida de las familias y llama a preservar el acceso a este estilo de vida como una opción de bienestar integral.