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El Juego de Riesgo y su Impacto en el Bienestar Infantil

El miedo suele percibirse como una emoción negativa que se debe evitar. Sin embargo, los niños disfrutan del juego arriesgado, ya que les brinda una mezcla de libertad y emoción. Este tipo de juego no es casual; más bien, es una estrategia evolutiva que promueve el desarrollo infantil.  

¿Qué es el Juego de Riesgo?

La investigadora Ellen Sandseter identificó seis categorías de juego arriesgado en niños de todo el mundo:  

1. Grandes alturas: Trepar árboles o estructuras altas.  

2. Velocidades rápidas: Deslizarse en trineos, patines o columpios a gran velocidad.  

3. Herramientas peligrosas: Jugar con cuchillos, arcos o herramientas de carpintería.  

4. Elementos peligrosos: Jugar con fuego o en cuerpos de agua profundos.  

5. Juegos bruscos: Peleas y persecuciones simuladas.  

6. Desaparecer/perderse: Juegos como el escondite o explorar lugares desconocidos.  

A pesar de los temores de los adultos, este tipo de juego conlleva importantes beneficios para el desarrollo infantil.  

Beneficios del Juego de Riesgo  

1. Prevención de fobias

   Exponerse a situaciones que generan miedo en dosis controladas ayuda a los niños a superar temores en lugar de desarrollar fobias. Investigaciones han demostrado que niños que sufrieron caídas antes de los 9 años tienen menos miedo a las alturas en la adultez.  

2. Desarrollo del coraje 

   Afrontar pequeños riesgos en el juego permite que los niños desarrollen valentía, lo que los prepara para enfrentar situaciones de la vida real con mayor seguridad y autocontrol.  

3. Aprender a manejar lo inesperado

   Muchos juegos de riesgo implican situaciones fuera de control, lo que enseña a los niños a adaptarse a lo inesperado y a tomar decisiones rápidas ante lo desconocido.  

4. Tolerancia a la excitación fisiológica

   Juegos intensos ayudan a los niños a normalizar las respuestas físicas al miedo (como el aumento del ritmo cardíaco), reduciendo la posibilidad de desarrollar ataques de pánico o ansiedad en la adultez.  

5. Habilidad para evaluar riesgos  

   Lejos de ser imprudentes, los niños aprenden a evaluar peligros de manera progresiva. Observan, prueban poco a poco y avanzan a su propio ritmo. Este proceso natural les permite desarrollar una mejor percepción del peligro y reducir accidentes.  

6. Desarrollo de habilidades físicas

   Trepar, correr o esquivar obstáculos mejora la fuerza, la coordinación y la resistencia, promoviendo una mejor condición física y confianza corporal.  

El Peligro de una Infancia Sin Riesgo

En las últimas décadas, la sociedad ha reducido drásticamente las oportunidades de juego arriesgado en la infancia, preocupados por la seguridad. Sin embargo, esto ha llevado a un aumento en los niveles de ansiedad y problemas de salud mental en niños y jóvenes.  

Permitir el juego de riesgo no significa exponer a los niños a peligros innecesarios, sino darles la oportunidad de desarrollar habilidades esenciales para la vida. Al confiar en su capacidad para enfrentar desafíos, les damos las herramientas para crecer seguros, valientes y preparados para el mundo real.